Anne Sophie Behaghel

Nací en París, con el olor omnipresente del cemento y el metro en mis fosas nasales. Al crecer, mi olfato infantil tuvo que recurrir a subterfugios para salir adelante, inhalando las fragancias que los amigos dejaban a su paso cuando venían de visita, el olor a detergente en polvo -diferente en cada hogar- o el pastel de pastor de mi abuela los miércoles…

Sorprendida y entristecida de que este sentido no se desarrollara ni se mencionara en la escuela, pronto me lancé a mi propia educación sobre estos olores cotidianos. La abrumadora pasión de Monique Schlienger por las fragancias me abrazó como un almizcle. Gracias a ella pude descubrir hasta dónde podía madurar el olfato instintivo de mi niña.

Después de 9 años trabajando como entrenadora, perfumista y probadora/evaluadora en Cinquième Sens, decidí que era hora de experimentar algunas de las principales empresas del mundo, así que acepté un puesto en ventas en Firmenich y luego me convertí en evaluadora. en Symrise. Pronto, me reuní con mi compañera alumna de Cinquième Sens, Amélie Bourgeois, y creamos FLAIR. ¡Nos entendemos instintivamente, como en un abrir y cerrar de ojos!